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Las hijas del coro
N. Porpora
Ospedale di Santa Maria dei Derelitti (Ospedaletto) Domine probasti me
J.A Hasse
Ospedale degli Incurabili Simfonia en sol m Miserere en re m
B. Galuppi
Ospedale dei Mendicanti Sinfonia en Sol M
A. Vivaldi
Ospedale della Pietà Glòria
Jordi Casas Bayer, Director
Scherzo Cor de Cambra Femení
Un homenaje a aquellas mujeres que no pudieron dejar volar su gran valía musical.
Uno de los grandes atractivos de la Venecia del siglo XVIII era poder asistir alguno de los conciertos que se hacían en los “Ospedale”(convento, hospicio, orfanato). Una maravilla musical que captaba visitas de toda Europa y que, tal como ha quedado escrito en numerosas crónicas, dejaba extasiado a toda persona que las escuchaba.
Mujeres tocando y cantando tras rejas, dirigidas y educadas en la música por los mejores nombres del momento.
Grandes instrumentistas y compositores ocuparon los cargos de maestros y directores musicales de los “Ospedale”, trabajando con mujeres que la mayoría eran huérfanas: las “Figlie di Coro”.
Los principales Ospedale eran la expresión de una fuerte iniciativa de asistencia benéfica, asociaciones formadas por religiosos y laicos, aristócratas y burgueses atentos a las situaciones de necesidad. Pero no todo lo que reluce es oro.
Las “Figlie di Coro” musicalmente eran buenas, muy buenas, pero prácticamente prisioneras. Sólo el matrimonio las podía liberar, pero entonces, casi siempre, ya no cantarían ni tocarían. Para las mujeres era reprobable pisar el escenario, actuar con una orquesta en público. Una exhibición musical controlada en los “Ospedale” y unas personas que, según ha quedado escrito por muchos visitantes, eran el nivel musical más alto de Europa.
Para Adriana, Maddalena, Anna Maria, Angelita, Bernardina, Dianora, Fortunata, Santina, Pellegrina, Lucietta, Prudenza, Annetta, Chiaretta, Apollonia, Candida, Giovanna ... Las “Figlie di Coro”
Uno de los grandes atractivos de la Venecia del siglo XVIII era poder asistir alguno de los conciertos que se hacían en los “Ospedale”(convento, hospicio, orfanato). Una maravilla musical que captaba visitas de toda Europa y que, tal como ha quedado escrito en numerosas crónicas, dejaba extasiado a toda persona que las escuchaba.
Mujeres tocando y cantando tras rejas, dirigidas y educadas en la música por los mejores nombres del momento.
Grandes instrumentistas y compositores ocuparon los cargos de maestros y directores musicales de los “Ospedale”, trabajando con mujeres que la mayoría eran huérfanas: las “Figlie di Coro”.
Los principales Ospedale eran la expresión de una fuerte iniciativa de asistencia benéfica, asociaciones formadas por religiosos y laicos, aristócratas y burgueses atentos a las situaciones de necesidad. Pero no todo lo que reluce es oro.
Las “Figlie di Coro” musicalmente eran buenas, muy buenas, pero prácticamente prisioneras. Sólo el matrimonio las podía liberar, pero entonces, casi siempre, ya no cantarían ni tocarían. Para las mujeres era reprobable pisar el escenario, actuar con una orquesta en público. Una exhibición musical controlada en los “Ospedale” y unas personas que, según ha quedado escrito por muchos visitantes, eran el nivel musical más alto de Europa.
Para Adriana, Maddalena, Anna Maria, Angelita, Bernardina, Dianora, Fortunata, Santina, Pellegrina, Lucietta, Prudenza, Annetta, Chiaretta, Apollonia, Candida, Giovanna ... Las “Figlie di Coro”