Telemann: el imaginario

G. Ph. Telemann fue sin duda el compositor alemán más famoso del barroco, por encima de sus amigos J. S. Bach y G. Haendel. Olvidado durante el siglo XIX se revitalizó su música en programas de concierto y grabaciones a partir del siglo XX.

Compositor precoz y autodidacta, gran viajero y abierto al conocimiento de distintos ámbitos, se encontró dentro de una familia que le conducía fuera de la música para que se dedicara a un oficio más lucrativo, pero por suerte su talento y voluntad acabaron imponiéndose. El compositor más prolífico de toda la historia musical fue una persona con un gran sentido del humor y que a veces firmaba con el pseudónimo de Melante. Compositor y concertista que también fue fundador de sociedades de conciertos, revistas de divulgación musical de edición periódica, maestro y mentor de otros músicos noveles, escritor de tratados teóricos y sin duda un amante del conocimiento y con un dominio de todos los estilos musicales de le época. Sus obras abrazan todos los géneros instrumentales y vocales. Una producción inmensa en que la música va cambiando al servicio de una imaginación constante que pretende evocar distintas imágenes sonoras. Y sobre todo una producción enorme de Suites u Oberturas orquestales, en que muchas de ellas llevan un título muy concreto, resultando ser en realidad pequeñas óperas instrumentales o historias explicadas con sonidos.

En el programa del concierto hemos elegido tres obras de G. Ph. Telemann y una de C. P. E. Bach, su ahijado. De G. Ph. Telemann escucharemos el Divertimento en Si bemol que nos servirá para entrar de una forma distendida en los juegos de sus sonoridades, unas sonoridades que nos llevarán a explicar las aventuras del caballero “Don Quijote” o a poder escuchar los sonidos del agua y sus personajes mitológicos en medio de una “Música Acuática”, y todo esto con una muestra del gran talento de su ahijado, C. P. E. Bach, que con su Concierto para flauta en re menor interpretado por Claudi Arimany nos dejará ya la puerta abierta a la entrada absoluta del clasicismo.

Una música de sonoridades exquisitas, llena de imaginación y con una puesta en escena única.